Algo
parecido está pasando últimamente con el cine francés. Cada estreno viene
precedido del aviso de que es la película más taquillera en Francia, el último
gran éxito del cine francés, la comedia que más decibelios de carcajadas ha
conseguido en su première y sentencias de este tipo que no dejan de ser un cebo
para el espectador potencial.
Así
nos acaba de llegar “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?”, la película con
mayor recaudación en la historia del cine francés, que se anunciaba igualmente
como la comedia más delirante que jamás se hubiera hecho en el país vecino.
La
película nos cuenta la historia de un matrimonio conservador y empieza
presentando cómo tres de sus cuatro hijas se casan con un musulmán, un judío y
un chino respectivamente, tratando así de dar continuidad a los éxitos de las
recientes “Bienvenidos al Norte” o la propia “8 apellidos vascos” que juegan
con el choque cultural y social como punto de partida para plantear situaciones
cómicas. Sin embargo, así como las citadas películas funcionan a la perfección
consiguiendo su objetivo, “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?” resulta fallida
y no tiene ningún mérito más allá de una buena propuesta argumental que su
director y guionista, Philippe de Chauveron, no sabe desarrollar.
Las
situaciones se presentan forzadas, no tienen ninguna gracia y Christian
Clavier, lejos de asumir la responsabilid que le otorga su papel protagonista,
se pasa todo el rato poniendo cara del
Millán de Martes y 13 comiendo empanadillas con la Encarna de Móstoles. Los
diálogos son mediocres y los secundarios no tienen ningún glamour con un par de
excepciones: la hija desequilibrada que interpreta Emilie Caen y el bombonazo
de actriz que hace el papel de hija pequeña: Elodie Fontan.
En
definitiva, cuatro sonrisas y una preciosidad se me antojan un escaso bagaje
para la comedia más taquillera de todos los tiempos en Francia.
LO
MEJOR: Elodie Fontan
LO
PEOR: Desaprovechar una idea.
NOTA:
3