jueves, 12 de septiembre de 2013

CRUCE DE CAMINOS



Derek Cianfrance nos sorprendía hace pocos meses con su primer trabajo, la dura e intimista "Blue Valentine", que se sostenía fundamentalmente en la gran labor de sus actores Ryan Gosling y Michelle Williams, esta última nominada al oscar como mejor actriz por este papel. Ahora nos llega su nueva cinta, "Cruce de caminos", sorprendente tanto en su estructura argumental como en la forma del rodaje. La película es, en realidad, la concatenación de tres mediometrajes maravillosamente ensamblados que van saltando de género en género con una facilidad pasmosa para hacer que los 140 minutos de metraje se pasen en un santiamén. Todos los actores que participan en el film están brillantes, incluso Eva Mendes, pero es obligado hacer una mención especial a cuatro de ellos. Ryan Gosling, si bien repite papel de chico parco en palabras marcado por un pasado misterioso pero que sólo por la escena en la que canta en español el "borriquito como tú" justifica su presencia. Bradley Cooper, que desde su despertar en "El lado bueno de las cosas" parece que va creciendo a pasos agigantados como actor. Y dos secundarios de lujo que ya compartieron cartel en la también interesante "Mátalos suavemente", Ray Liotta (se repite mucho en su papel, pero es un registro que cada vez da más miedo) y Ben Mendelshon, actor australiano capaz de hablar permanentemente con un cigarro en los labios sin que se le caiga. Por cierto que en este punto me planteo una reflexión que ya hice aquí en su día. Criticamos mucho a los actores españoles porque no saben vocalizar, en especial a los jóvenes, pero yo que puedo seguir algunas conversaciones en inglés, sería incapaz de entender esta película sin subtítulos (y muchas otras actuales). Otra de las sorpresas es la forma de rodar. El director alterna planos habituales con largos travellings que parecen rodados con cámara en mano y primeros planos que, en ocasiones, llegan a resultar algo excesivos y asfixiantes, pero que controla con cierta mesura para evitar el mareo, resultando finalmente algo más dinámico que lo habitual. No quiero dejar de hacer una pequeña mención a la excelente selección musical antes de concluir dando mi opinión sobre el debate suscitado acerca del mensaje, moraleja o conclusión que Cianfrance pretende transmitir. Hay quien opina que se trata del Karma, hay quien dice que es el amor incondicional a los hijos, he oído comentarios acerca del poder de la genética sobre la educación y el entorno, pero mi modesta opinión es que el director no pretende dogmatizar ni lanzar una conclusión contundente. Creo que "Cruce de caminos" es un virtuoso ejercicio de mezcla de géneros cinematográficos e historias que no tiene por qué tener un origen,  una consecuencia o una explicación absolutas. En cualquier caso recomiendo encarecidamente su visionado. Un 8´5 bien lo merece

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