domingo, 27 de octubre de 2013

LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI



Últimamente me siento como el niño de "El sexto sentido", que en ocasiones veía muertos. Yo lo que veo por todos los lados es a Tarantino. Dada la fe que le profeso a este director entiendo que se me pueda tildar de obsesivo-compulsivo y que el problema sea solo mío, pero después de ver "2 guns" y comentar los muchísimos parecidos con determinadas constantes del cine de Quentin, me voy a ver el último trabajo de Alex de la Iglesia y me encuentro con la versión española algo payasa de "Abierto hasta el amanecer". La misma estructura, el mismo cambio de género a mitad de película, el mismo perfil de ciertos personajes. Cambia los vampiros por las brujas y ya está. El problema es que, si bien Alex de la Iglesia puede ser mejor director que Robert Rodríguez, como guionista no se puede comparar con uno de los mejores escritores cinematográficos de la historia como es Quentin Tarantino.

El arranque de "Las brujas de Zugarramurdi" es soberbio, trepidante, bastante original y rodado con mucho acierto, pero a partir de los 40 minutos la película se empieza a desinflar y se cierra a duras penas, como si de un atleta de medio fondo se tratara y tras un inicio explosivo llegara desfondado a la meta. Con todo la película se ve bien, gracias en gran parte, al magnífico elenco de secundarios: Carmen Maura, Terele Pavez, María Barranco, Enrique Villén, Pepón Nieto, Secun de la Rosa, Jaime Ordoñez; hasta Santiago Segura y Carlos Areces tienen una simpática aparición. Todos ellos al servicio de un trío protagonista: los resultones Hugo Silva y Carolina Bang, que aprueban la asignatura y el cada vez más notable Mario Casas, en mi opinión lo mejor de la película. Ya comenté con motivo del estreno de "La mula" que Mario me parecía el actor con más proyección en el panorama actual y que se convertiría en uno de los grandes si empezaba a seleccionar bien sus papeles. Su personaje en este film da mucho juego y le permite lucirse más allá de su atractivo físico. Y prometo que estoy escribiendo esto sin que mi hija me esté apuntando con una magnum.
 
"Las brujas de Zugarramurdi" es una película divertida, con algunos momentos hilarantes, que busca y consigue desfasar retornando a los orígenes de Alex de la Iglesia ("Acción mutante" y "El día de la bestia"), pero que se le acaba yendo de las manos al director y te deja con cierto sabor amargo porque podría haber sido un sobresaliente y termina con un aprobado alto.

viernes, 25 de octubre de 2013

2 GUNS



A veces los críticos más sesudos y, en general, todos los que pretendemos comentar y valorar las películas que vemos, nos volvemos locos intentando buscar llamativos destellos técnicos, irrepetibles movimientos de cámara o intrincados giros de guión que supongan una vuelta de tuerca a lo que habitualmente se nos ofrece en las salas. Nos obcecamos tanto por descubrir lo novedoso y valorar lo singular que llegamos a olvidar que en este mundo casi todo está ya inventado y, además, es lo que mejor funciona.
 
Por eso no hace falta más que un par de interesantes personajes principales interpretados por actores de calidad (Denzel Washington y Mark Wahlberg) acompañados por secundarios de los que te gustaría que se hiciera su propia película (Edward James Olmos y Bill Paxton) y de un pibón (Paula Patton, que a mí me recordaba a Jennifer Lopez constantemente). No hace falta más que crear una historia entretenida y poner en boca de todos esos personajes una serie de diálogos inteligentes y con cierta dosis de humor. Y por fin, no hace falta más que imprimirle un ritmo a la película de forma que avance a la par que la acción para que el rato se te pase volando.
 
Y eso es lo que hace el director de "2 guns", Baltasar Kormákur, finlandés de padre español que conocimos como actor en "Reykjavik Rotterdam" y que también dirigió "Contraband". Así de fácil y así de sencillo consigue que el espectador se divierta mucho durante las casi dos horas de metraje.
 
Le voy a poner un pero a esta notable película. No veo mal que Baltasar sea un amante de Tarantino, ni siquiera me molesta que quiera demostrar que es un discípulo aventajado del maestro introduciendo diálogos brillantes y caracteres originales y definidos, pero del homenaje al plagio hay una delgada línea que se puede cruzar con demasiada facilidad. El inicio de la película es una especie de atraco en un drugstore, se habla de la cantidad de propina que hay que dejar a las camareras, maleteros que se abren, tiroteos a cámara lenta, Bill Paxton tratando de sacar información frente a su víctima con discurso aleccionador previo, ...mmmm. Si en las escenas del hotel Denzel Washington hubiera hecho algo con los pies de Paula Patton, me levanto y me voy.
 

domingo, 20 de octubre de 2013

EL MAYORDOMO

 
 
 
 
 
 
"El mayordomo" narra la interesante historia de un hombre de raza negra que se crió en el sur más racista de los EEUU de principios de siglo y que llegó a ser el sirviente de confianza de los diferentes inquilinos de la Casa Blanca. Aprovechando su biografía, la película pretende hacer un recorrido por la historia de los negros en Estados Unidos de una manera similar a como lo hizo Robert Zemeckis con "Forrest Gump". Pero Lee Daniels no es Robert Zemeckis y el resultado es notablemente inferior. Así como en "Forrest Gump" la historia está narrada con un ritmo excelente y los acontecimientos se enlazan merced a un soberbio montaje que hace sentir al espectador que viaja con Forrest por EEUU a lo largo de todo el siglo XX, "El mayordomo" es una especie de collage en el que las escenas saltan de un hecho a otro sin que haya continuidad temporal. De repente nos saltamos un par de meses, de repente nos saltamos diez años y así, a salto de mata, transcurre toda la historia lo que impide introducirse e identificarse con los personajes para poder sufrir, reir, llorar, en definitiva sentir con ellos.
 
Los actores están correctos, sobre todo Oprah Winfrey que, en mi opinión destaca incluso por encima de Forrest Whitaker, y quiero hacer una especial mención a una irreconocible Mariah Carey que cumple perfectamente los pocos segundos que aparece en pantalla.

A pesar del aprobado raspado, recomiendo su visionado ya que aunque Lee Daniels, el director de la sobrevalorada "Precious" y de la insufrible "El chico del periódico" no ha sabido sacarle jugo, lo que cuenta resulta sumamente interesante y no está de más que los más jóvenes conozcan que hasta hace bien poco en nuestro mundo imperaba una sinrazón y una intolerancia que todavía deberían de sonrojarnos

 
 

domingo, 6 de octubre de 2013

GRAVITY




El último trabajo del mejicano Alfonso Cuarón ha despertado pasiones extremas y enfrentadas y tras su visionado me siento Salomón puesto que entiendo ambas posturas. Empezaré con lo más evidente: "Gravity" es una película técnicamente perfecta. El larguísimo plano secuencia inicial sirve como preludio del recital de manejo de cámara con el que nos deleita Cuarón de manera ininterrumpida, lo que acompañado de una impecable fotografía y unos efectos especiales más que acertados, convierten el film en un espectáculo visual y sonoro. En definitiva nos encontramos ante una puesta en escena tan soberbia que, de alguna manera ensombrece todo lo que le rodea. Por ejemplo, hay quien dice que las interpretaciones de Sandra Bullock y George Clooney son merecedoras de premio, incluso que con esta película hemos recuperado a la mejor Bullock, y no digo yo que estén mal, pero a ambos les he visto en mejores actuaciones amén de que tratándose esta de una película eminentemente técnica, da la impresión de que cualquiera hubiera podido estar a la altura.
En el lado de los detractores se dice que no hay historia ni guión y me da la impresión de que esa afirmación es consecuencia del arrollador despliegue de medios tecnológicos que eclipsan lo demás. Hay una buena idea que se desarrolla con acierto generando bastante tensión y manteniendo en vilo al espectador durante los 90 minutos de metraje. Ahí está el principal acierto de "Gravity" a diferencia de muchas otras películas que estiran la historia hasta lo imposible. Sin embargo el error sigue siendo el mismo. Al igual que sucede en literatura con la novela y el relato, las productoras cinematográficas deberían distinguir cuándo tienen un largometraje, es decir, una historia con conflictos, con diferentes personajes (principales y secundarios) que mantienen un entramado de relaciones y que van evolucionando personal y socialmente, y cuándo un corto, es decir una idea más o menos original, que se debe presentar casi como si de una visita de médico de urgencias se tratara, es decir, entrar, plantear y resolver con rapidez. Mientras veía "Gravity" recordé una obra maestra de la historia del cine español: "La cabina". En ella José Luis López Vázquez entraba a llamar por teléfono en una de las desaparecidas cabinas telefónicas y se quedaba incomprensiblemente encerrado sin opciones de salir. Mercero hubiera podido estirar esa situación todo lo que hubiera querido, colocando obstáculos que el protagonista pudiera ir saltando, pero nada hubiera supuesto un añadido a la idea. Mercero decidió venir, ver y vencer. Y todo en media hora. "Gravity" es una buena película de suspense que visualmente resulta perfecta, pero para alcanzar la categoría de obra maestra no tendría que haber superado los 40 minutos de duración.

jueves, 3 de octubre de 2013

BEN AFFLECK




Después de la polémica suscitada en torno a quién debería ocupar la portería del Real Madrid, creo que la elección de Ben Affleck para interpretar a Batman ha sido el asunto que más controversia ha generado durante los últimos meses. Y lo ha hecho hasta límites irracionales ya que tengo entendido que se han recogido firmas en contra de esta decisión. La mayoría del público y de la crítica sostienen que el bueno de Ben es mucho mejor director que actor. De hecho una corriente mayoritaria lo tilda de mediocre actor que utiliza la misma cara de póker para todos sus papeles. Posiblemente no les falte razón. No en vano Ben Affleck es un extraordinario jugador de póker hasta el punto de haber quedado campeón del campeonato de California en 2004, lo que le permitió clasificarse para la final mundial. Tengo que reconocer que a mí no me parece tan mal intérprete y además, en relación a su elección para el papel de Batman, he de decir que poco importa su cara de póker ya que estamos hablando, como todo el mundo sabe, de un héroe enmascarado que se embute en un traje-armadura. Estoy de acuerdo en que su trabajo como director es más brillante y por eso no deja de sorprender la decisión de la Academia de dejarle fuera de la lista de los nominados en la última edición de la que, además, salió claramente victoriosa su "Argo". Sin embargo en pocos foros he escuchado que lo que realmente borda es la escritura. Creo que Ben Affleck, un tío bastante completo, es por encima de todo un magnífico guionista que con un estilo sencillo y clásico es capaz de crear y adaptar brillantes historias. Dice José Luis Garci en su último libro, "Noir", que Ben Affleck atesora pulso. Pulso para contar historias oscuras, imprevistas, centradas en personas acechadas por la confusión. Creo que Garci resume en esta frase las virtudes de este cineasta. Recordemos que arrasó en 1997 con su primer trabajo en colaboración con Matt Damon, "El indomable Will Hunting", convirtiéndose ambos en las jóvenes promesas del momento.



 
El protagonista de Will Hunting es Matt Damon, un joven con un potencial intelectual propio de un genio que, condicionado por un pasado oscuro, prefiere trabajar como conserje y pasar el tiempo con algunos de sus amigos, uno de los cuales interpreta el propio Affleck. La película es extraordinaria con un guión sorprendentemente trabajado para ser de unos principiantes, y creo recordar que la opinión mayoritaria que sobrevoló en aquél entonces fue que el líder de la pareja artística era Matt Damon, lo que relegaba a Affleck a un rol más de soporte. Pero eso no fue culpa tuya Ben. No fue culpa tuya. Escúchame hijo. No fue culpa tuya.