sábado, 4 de enero de 2014

A PROPOSITO DE LLEWYN DAVIS


Una de las discusiones más frecuentes con nuestros hijos pequeños la provoca su poca disposición a probar sabores nuevos. Todos sabemos lo complicado que es introducir en su menú diario algo diferente a las pizzas, las hamburguesas y la coca cola con patatas fritas. No obstante vamos consiguiendo ampliar esa variedad culinaria aunque es habitual tropezarse cuando llegamos al pescado. Nos esforzamos en cocinarlo de la mejor manera posible, con condimentos y guarniciones que resulten apetecibles, pero aunque se lo acaben comiendo, la cara de disgusto permanece ahí. Con mi hija, la incondicional de Mario Casas, discutí el otro día por este hecho. Yo le argumentaba que era merluza fresca de primera, guisada al horno con una salsa verde que la mantuvo jugosa y que además acompañada de unos ricos mejillones la convertía en un plato cinco estrellas. Y ella me contestaba que sí, que sí. Que estaba de acuerdo en que le ofrecía los mejores ingredientes, pero que por mucho que me empeñara el resultado final no le satisfacía.

Resulta que ayer voy al cine a ver el nuevo trabajo de los Coen y entendí lo que me dijo mi hija al respecto del pescado. Partamos de la base de que a mí los Coen me entusiasman. Podría nombrar todas, pero "Quemar después de leer", "Fargo", "Arizona baby", "O brother", "El gran Lebowski", son obras maestras del cine. Me parecen unos escritores soberbios cuyas historias entretienen, resultan interesantes y te atrapan desde el inicio. Saben rodearse de un equipo técnico que interpreta a la perfección sus deseos y demuestran una gran inteligencia a la hora de realizar los castings para sus películas, seleccionando a una serie de magníficos actores a los que dirigen de maravilla.

En "A propósito de Llewyn Davis", como en la jugosa merluza al horno, se juntan unos excelentes ingredientes. Para empezar los líderes son los hermanos Coen de los que ya he hablado en el párrafo anterior. Oscar Isaac, Carey Mulligan, Justin Timberlake y John Goodman, son unos geniales actores y no he citado a la totalidad del reparto. La historia nos cuenta unos días en la vida de un cantante de folk que malvive aprovechándose de sus amistades, lo cual no deja de resultar interesante. La banda sonora comprende buenos temas que cuanto más valores este tipo de música, más apreciarás. Pero algo falla. Este pescado al horno con salsa verde y mejillones me lo como porque está rico, pero el conjunto no responde a la calidad de los ingredientes. No sé si será porque la historia no es suya, no sé si será porque me parece que se desaprovecha a unos personajes secundarios que podrían haber resultado sublimes, no sé si será porque me parece que esta película de los Coen es la menos Coen de sus películas, pero el hecho es que siendo una cinta con ingredientes para sobresaliente, a mí no me llega ni al notable.



1 comentario :

  1. Es curioso como lo que a alguien fascina, a otro nos parece decepcionante...a mi Llewyn Davis me enganchó, me llevo todo el metraje disfrutando de sus canciones, de las frias calles neoyorquinas, de los personajes que machacan y sacan de quicio al protagonista, de Davis tambien a pesar de su antipatía... en cambio no engancho con Valor de Ley por ejemplo, prefiero ver a John Wayne que a Jeff Bridges... es lo bueno del cine y de los grandes maestros, que a pesar de las diferencias de opinion que tengamos de ellos sus obras merecen la pena en mayor o menor medida.

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