AFTER EARTH

A menudo nos quejamos diciendo que las generaciones de nuestros hijos son muy caprichosas y egoístas. Y reconocemos que parte de la culpa es nuestra porque antes de que ellos piensen que necesitan algo, nosotros ya se lo hemos comprado. Llámalo videojuego, ropa, último modelo de móvil e incluso coche propio en cuanto cumplen los 18 años. Will Smith ha llevado al extremo esta circunstancia comprándole a su hijo una película. Tal cual. Mientras rodaba "Soy leyenda" se le ocurrió hacer otra película apocalíptica y contrató a M. Night Shyamalan para escribirla y dirigirla. Supongo que también convenció a James Newton Howard para que compusiera la música y a todo un larguísimo equipo de profesionales del sonido, los decorados, el vestuario, que han sacado adelante una película de acción futurista, plagada de efectos especiales, absolutamente previsible y que no aporta nada nuevo. Pero como tras el prometedor inicio de carrera de "En busca de la felicidad", el chaval se había dado sendos batacazos con "Ultimátum a la tierra" y la versión moderna de "Karate Kid" y parecía que se estaba estancando, papá Will ha tirado de chequera para regalarle esta película. Toda entera para él solito. Como le dijo Tío Ben a Spiderman, "todo poder conlleva una gran responsabilidad" y creo que esta frase se puede aplicar aquí a padre e hijo. Al padre porque dudo que haya usado responsablemente el poder del dinero. Al hijo porque puede que la responsabilidad que le cae con este tipo de regalos le supere y perjudique en lugar se ayudarle.