sábado, 10 de agosto de 2013

UNA CANCION PARA MARION




En medio de tanto blockbuster plagado de ruido, no solo sonoro sino también visual, se agradece mucho el estreno de esta película británica que cuenta la historia del amor que se profesan una pareja de ancianos. Creo que si se hubiera estrenado unos meses más tarde se hubiera podido convertir en el "Juno" o en "La pequeña Miss Sunshine" de este año sorprendiendo en todas las carreras de premios, especialmente en el apartado interpretativo, con Vanessa Redgrave y Terence Stamp soberbios en los papeles principales de abuelita cariñosa y de yayo gruñón. El contrapunto generacional lo ofrecen con buena nota Christopher Eccleston, el hijo del matrimonio y, sobre todo una dulce y guapísima Gemma Arterton que intrepreta a una profesora de música en un instituto que, en sus horas libres se dedica a trabajar en un centro de mayores a los que cautiva y motiva para crear un coro que se presente al concurso estatal. No hay disparos, ni explosiones, ni gritos, ni tacos. No hay ruido. Como mucho el de la gente buscando un pañuelo.

2 comentarios :

  1. Un 10 a la crítica: ¡redonda!, de verdad que sí.

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  2. Lo cierto es que no tengo mérito. Estuve haciendo oreja de lo que decían los que estaban a mi lado en la sala.

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