sábado, 15 de junio de 2013

HOLY MOTORS

Tal y como comenté hace unos días, Un nuevo Renoir presentó ayer en Zaragoza "Holy motors". El objetivo fundamental de la jornada se consiguió ya que la sala del Cerbuna estuvo casi llena, lo que demuestra con claridad que Zaragoza apoya este proyecto y clama por recuperar el cine independiente que nos ofrecían los Renoir. ¡Enhorabuena para un nuevo Renoir! Espero que os sintierais arropados por el calor de todos los que os acompañábamos...y por el que hacía en la sala.
"Holy motors" es una película que no deja indiferente a nadie y genera mucho debate. Recuerda las sensaciones que David Lynch provocó con "Terciopelo azul" hace más de 25 años. Como a aquella película, a "Holy motors" o la adoras o la odias. En mi opinión,  Léos Carax, con una estética preciosista, hace una propuesta muy interesante, muy original, muy novedosa, pero la deja sin resolver. "Holy motors" es una película que se entronca dentro de un cine de arte moderno que, como tal, tiene un puntito de tomadura de pelo. Yasmina Reza en su magnífica obra "Arte" planteaba un escenario en el que un erudito del arte moderno presentaba a sus amigos un lienzo en blanco que había adquirido en una subasta por un dineral, lo que provocaba el descojone de alguno de ellos que no daban crédito al despilfarro de su anfitrión. ¿Qué es lo que nos quiere decir un cuadro en blanco? ¿Cuál es su propuesta? Es la misma sensación que tuve ayer ante "Holy motors" tras un interesante inicio que esperas tenga alguna resolución o, cuando menos, presente algún debate que dé lugar a la duda. El debate se queda en eso, en dilucidar qué es lo que nos ha querido decir el autor. Una serie de historias inconexas, con infinidad de cosas inexplicables, mezcla de realidad y ficción, de sueño y realidad, de arte y vida que no hace más que confundir al espectador. Sergio decía en su introducción que el cine, además de entretenimiento, debe de ser algo más; debe de hacer pensar. De acuerdo, pero para ello las preguntas deben ser más claras ya que de lo contrario, nos vamos sin saber en qué pensar.  

1 comentario :

  1. Enhorabuena también de mi parte a ese nuevo cine Renoir. La reapertura de una nueva sala de cine en Zaragoza tiene que ser siempre motivo de alegría. Sea pues recibida con júbilo y alborozo y que tenga mucha suerte ... porque la va a necesitar.
    Respecto a "Holy motors" estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. A mí me parece una película muy bien rodada, con imágenes, y secuencias poéticas, oníricas, que te atrapan y no permiten que te "vayas" de la historia. Pero ¿de qué historia? Ese es el problema, que en algunos momentos parece que el virtuosismo de Leos Carax está al servicio de la nada más absoluta.
    Comparas su impacto con el de "Terciopelo azul", pero creo que se asemeja más al de "Un perro andaluz" de Buñuel. La película de Lynch comparte con la de Carax y con la de nuestro genio el hecho de contar una historia bajo las premisas del surrealismo, pero lo que diferencia a "Terciopelo azul" de las otras dos es que tenía otro nivel de lectura, una historia más convencional, la de un thriller.
    No soy de los que adoran "Holy motors", pero pienso que es muy recomendable verla.

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